En esta empresa agrícola familiar, las generaciones trabajan juntas. Trabajan duro, y en algún momento perdieron la brújula.
La construcción del granero se hace amistosamente entre todos los miembros de la familia para dar un paso adelante y conseguir ser mejores y más grandes:
- Primero para vacas lecheras
- luego un edificio para la cría
- luego se convierte la casa de los granjeros y el edificio de apartamentos.
Tras la construcción del establo lechero, que ya supuso un reto, nació el primer hijo.
La situación de la vivienda se hizo aún más estrecha y apretada:
- Padres en el sótano
- sucesor en el piso superior, donde se prepararon provisionalmente dos habitaciones
La granja siempre tuvo prioridad absoluta.
Así que el padre no está presente en el nacimiento del hijo: estaba en el establo. A partir de entonces, la esposa falta como trabajadora en la granja y los padres de los agricultores tuvieron que hacer frente a problemas de salud.
Al abuelo le diagnostican esclerosis múltiple avanzada.
A la abuela se le diagnostica una patrosis articular en todo el cuerpo.
Alienación acelerada.
La esposa está totalmente abrumada con el niño y la situación.
Viven en dos habitaciones caóticas, sin contacto (Covid) con otras familias o madres, y sus propios padres están a unos 50 km de distancia. En la entrevista de bautismo (el niño tiene un año), a la mujer se le diagnostica una depresión masiva. Durante la conversación resulta que tuvo una corta relación amorosa con su cuñado para volver a sentirse ella misma.
Así que en poco tiempo toda la situación se convirtió en un reto para los cónyuges, su pequeña familia y también la familia mayor.
Todos los implicados estaban abrumados. La situación parecía desesperada. Se avecinaba una verdadera separación. Surgió la pregunta: «¿para quién hacemos todo esto?»
Al mismo tiempo, hay limitaciones económicas después de las inversiones realizadas y por lo tanto casi una imposibilidad técnica para la separación financiera.