Al comenzar el trabajo, se identificaron varios signos de un problema de salud mental. Frases como «ya no respondo como antes», eran habituales. Otros signos asociados a esta afección son el cambio de comportamiento y el cambio emocional. Si la ira está más presente (muy relacionada con la ansiedad), o estoy frustrado, más irritable (me enfado a menudo), cambios en el sueño, o cambios en la alimentación (como más o menos). Todas estas son señales de que algo va mal. La frustración (no puedo) o las emociones negativas pueden ser una señal (no puedo, estoy cansado, no aguanto, etc.). Otra señal es dejar de hacer cosas como salir, no quedar con los amigos, no tolerar el ruido, evitar el esfuerzo, aislamiento voluntario, etc. Estas señales pueden ayudarnos a pensar que algo no va bien.
Cuando estamos dentro del problema no es fácil identificar estos cambios, por lo que el apoyo social de familiares o amigos puede ayudar a identificarlos. Nuestro entorno puede percibirlo más fácilmente y alertarnos.
Síntomas: Falta de atención, distracciones. NO soy capaz, no puedo, estoy frustrado, no soy el mismo de antes. Con pensamiento limitante, todo o nada, nunca me irá bien en la vida.
Para este tipo de ansiedad-depresión, y específicamente para este caso, se han desarrollado varias iniciativas de apoyo que tratan de aportar soluciones a los problemas que la causan:
- Realizar actividades físico-deportivas puede ayudar a liberar neurotransmisores como endorfinas, dopamina que generan alegría y satisfacción. El deporte ayuda a estos procesos. Para las depresiones también es recomendable, ya que la depresión lleva a la apatía y a no querer hacer nada, el deporte quita esta predisposición. Con la actividad ponemos en movimiento a las personas y les ayudamos a salir de una fase de inercia y pasividad.
- Realizar actividades placenteras, reproducir actividades estimulantes que sabemos que les gustan, o animarles a hacer cosas nuevas que les puedan gustar.
- Es importante cuidar la dieta, en el caso de la ansiedad se deben eliminar las sustancias psicoactivas como el azúcar, la cafeína, el chocolate, etc.
- Es muy importante controlar y gestionar los pensamientos, controlar los pensamientos irracionales (todo o nada, todo va mal, etc.), utilizando filtros mentales y razonamientos emocionales. Es necesario trabajar en ello para evitar los síntomas depresivos.
- Relajación muscular y respiración para la ansiedad, una forma de desactivar el organismo.
- Generar rutinas y encontrar soluciones a los problemas.
- Psicoterapia.
- Psicofarmacología.
En base a esto, con este caso, empezamos generando una lista de sus necesidades, intentando pedir ayuda a la obra social, buscando actividades extraescolares para el niño, y contratando a una persona de apoyo por las mañanas para que le ayudara con el niño a ir al colegio y las comidas. Enseñarle a adaptarse a una nueva situación con las dificultades de estar en una zona rural.
Tuvimos que superar los pensamientos negativos tras la separación, tuvo que pasar por su fase de duelo por la pérdida de su pareja y ayudarle a aceptar la enfermedad de su hijo, generando una terapia para el tratamiento del niño.