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Sentirse fuerte: emociones y éxito en la agricultura

Introducción

Las emociones forman parte de nuestra vida en todo momento. A lo largo de esta sección podrá familiarizarse con las diferentes emociones y las reacciones que provocan. Las emociones aparecen siempre al mismo tiempo en la mente y en el cuerpo. También aprenderá cómo regular las emociones. ¿Qué tipo de sentimientos provoca en usted una jornada laboral en la que todo haya ido bien? ¿Y cómo se siente si se avería una máquina? En esta sección, le ofreceremos también algunas recomendaciones respecto a cómo hablar de los sentimientos.

Comprender qué son los sentimientos: algo esencial para el bienestar en la agricultura

Podríamos definir los sentimientos como los diferentes estados de ánimo y las emociones que experimentamos a diario. Pueden ser de todo tipo: desde sentirnos contentos porque los cultivos prosperan hasta ponernos tristes o frustrarnos cuando las cosas no salen como esperábamos. Tales sentimientos son una parte natural de todos nosotros y pueden afectar a nuestra manera de pensar y actuar. La determinación que utiliza para superar los problemas y la alegría que le dan los logros le pueden ayudar a sacar su explotación agrícola adelante. Si trabaja sus emociones, pueden ser una fuente de fortaleza para llevar una vida más saludable y tener éxito en el ámbito de la agricultura.

Cuando experimentamos sentimientos intensos, nuestro cuerpo y nuestra mente pueden reaccionar de varias maneras. Podemos notar que el corazón nos late más rápido, que los músculos se tensan o que los pensamientos van a toda velocidad. Es fundamental entender y gestionar dichos sentimientos, ya que desempeñan un papel importante en nuestro bienestar. Además, ser conscientes de nuestros sentimientos nos ayuda a comunicarnos mejor con la familia y los amigos, lo que puede ser muy beneficioso si hay dificultades en la explotación agrícola. Así que no dude en hablar de sus sentimientos ni en buscar medios saludables de gestionarlos. Todo forma parte de cuidarnos a nosotros mismos y a la explotación agrícola.

Cooperación mente-cuerpo

Las emociones pueden variar de una persona a otra y sus efectos pueden manifestarse de forma distinta según quién los experimente. En cualquier caso, y en términos generales, las emociones positivas contribuyen de varias formas al bienestar y a una buena salud. Es muy importante entender la conexión entre las emociones y el bienestar físico para tomar medidas con las que abordar y gestionar de manera efectiva los sentimientos complicados. Para esto, puede hacer falta el apoyo de amigos, familiares o profesionales de la salud mental, de modo que aprendamos a gestionar tales emociones de una forma sana. Las emociones positivas ayudan a afrontar y gestionar las emociones más problemáticas. Se podría decir, además, que las emociones positivas son factores que protegen la salud mental.

Ejemplos de emociones positivas

Emoción Reacción física Gestión de la emoción
Alegría
La alegría puede incrementar la producción de endorfinas, lo que contribuye a reducir el dolor e induce sensaciones de placer. Asimismo, puede reducir los niveles de estrés y mejorar la función del sistema inmunitario.
Para gestionar los sentimientos de alegría de una manera efectiva, conviene practicar la atención plena para sumergirnos por completo en el momento y saborear la experiencia. Comparta su felicidad con sus seres queridos para multiplicar los efectos positivos.
Amor
Sentir amor puede liberar oxitocina, que se conoce como la «hormona de los vínculos emocionales». Puede favorecer la intimidad y un sentido de conexión con los demás. El amor puede, además, mejorar la salud cardíaca y reducir el estrés.
Demuestre amor y afecto a los demás mediante actos de bondad y pasando juntos tiempo de calidad. Mantenga una comunicación abierta para propiciar unas relaciones saludables.
Gratitud
Los sentimientos de gratitud pueden contribuir a la felicidad y el bienestar. También pueden mejorar la calidad del sueño y reducir los efectos del estrés.
Practique la gratitud llevando un diario en el que anote las cosas por las que da gracias o reflexionando de manera periódica sobre aquello por lo que siente gratitud. Esto puede aumentar tu sensación general de bienestar.
Entusiasmo
El entusiasmo puede aumentar los niveles de energía y mejorar la concentración. Asimismo, puede motivarnos a actuar y a lograr nuestros objetivos.
Cuando sentimos entusiasmo, es conveniente canaliza esa energía para definir objetivos claros y planificar los pasos a dar para alcanzarlos. Gracias a esto, sacaremos el mayor partido posible de nuestro entusiasmo.
Felicidad
Favorece la liberación de endorfinas, que pueden reducir el dolor e inducir una sensación de bienestar. Además, puede mejorar el sistema inmunológico y la salud en general, así como hacernos sentir más relajados o reducir las hormonas del estrés.
Para gestionar la felicidad, practique la gratitud, participe en actividades de las que disfrute, fomente las relaciones positivas e incorpore la atención plena a su rutina diaria. También puede definir objetivos importantes, ayudar a los demás y buscar ayuda profesional cuando sea necesario, ya que todo esto puede contribuir a la felicidad y al bienestar a largo plazo.

Ejemplos de emociones problemáticas

Emoción Reacción física Gestión de la emoción
Estrés
El estrés puede provocar un aumento de la frecuencia cardíaca, hipertensión, tensión muscular y respiración superficial. Un estrés prolongado puede debilitar el sistema inmunológico y derivar en distintos problemas de salud.
Gestione el estrés practicando técnicas de relajación como la respiración profunda o la atención plena. No olvide, además, priorizar las actividades de autocuidado y dedicarse tiempo para reducir los niveles de estrés.
Ansiedad
La ansiedad puede provocar una aceleración del ritmo cardíaco, falta de aliento, dolor pectoral o problemas digestivos, entre otras cosas. La ansiedad crónica puede provocar tensión muscular crónica y agotamiento.
Aborde la ansiedad cuestionando los pensamientos negativos y haciendo ejercicio con regularidad. Contar con la ayuda de un terapeuta o de un psicólogo puede dotarle de estrategias eficaces para afrontar la ansiedad.
Enfado
El enfado puede provocar hipertensión, tensión muscular, dolores de cabeza y, con el tiempo, incluso problemas cardíacos. Asimismo, puede afectar a la calidad del sueño y hacer que reaccionemos con agresividad.
Gestione sus enfados mediante técnicas como contar hasta diez o alejándose de las situaciones que los desencadenan. Aprenda recursos saludables en relación con la comunicación y la resolución de conflictos para abordar los problemas subyacentes.
Tristeza/Depresión
La tristeza o la depresión pueden conllevar síntomas físicos como la fatiga, cambios en el apetito y el peso, trastornos del sueño o dolores.
Para combatir la tristeza o la depresión conviene mantener una rutina, buscar ayuda profesional o participar en aquellas actividades que siempre le han gustado. Rodéese de amigos y familiares que sean comprensivos con usted.
Soledad
Un sentimiento prolongado de soledad puede derivar en un aumento del estrés, trastornos del sueño o cambios en el apetito. Además, la soledad también se asocia con un mayor riesgo de cardiopatías.
Para vencer la soledad, es positivo estar con otra gente, apuntarse a grupos o clubes sociales o realizar labores de voluntariado. Dedíquese a sus aficiones o a aquello que le interese, de modo que tenga oportunidad de estar en contacto con otras personas.
Culpa/Vergüenza
La culpa y la vergüenza pueden dar lugar a una autocrítica y un diálogo interior negativos, lo que puede contribuir al estrés y a la ansiedad. Además, pueden afectar al sueño y al apetito.
Gestione la culpa o la vergüenza practicando la autocompasión, perdónese y acéptese. De ser necesario, acuda a terapia para ahondar en las causas subyacentes y desarrollar estrategias para sanar.
Celos
Los celos pueden provocar un aumento del estrés y la ansiedad, lo que podría provocar síntomas físicos como tensión muscular o problemas digestivos.
Gestione los celos practicando la gratitud y centrándose en la superación personal. Una comunicación abierta y honesta en las relaciones puede ayudar a abordar los sentimientos de celos.

Cómo empezar a gestionar las emociones:

Reconozca sus emociones: el primer paso para gestionar sus sentimientos es reconocerlos y ser consciente de ellos. Asuma que es normal sentir distintas emociones cuando se trabaja en la agricultura, desde la alegría a la frustración. No ignore ni reprima sus sentimientos. Por el contrario, acéptelos como algo natural que forma parte de nuestras vidas.

Busque el apoyo de otras personas: la agricultura puede ser una profesión solitaria, por lo que es fundamental contar con una red de apoyo. Comparta sus sentimientos con amigos de confianza, familiares o con otros agricultores que conozca. Hablar de sus emociones puede aliviarle y ofrecerle información y perspectivas valiosas.

Practique técnicas de reducción del estrés: haga una lista con aquellas técnicas de reducción del estrés que le funcionen bien. Puede incluir en la lista la meditación o la atención plena, ejercicios de respiración profunda o actividad física como andar o practicar yoga. Estas prácticas pueden ayudarle a controlar el estrés y mantener el equilibrio emocional.

Establezca objetivos y expectativas realistas: comprenda que la agricultura conlleva altibajos. Establezca objetivos y expectativas realistas para usted y para su explotación agrícola. Asuma que no puede controlar todos los factores relacionados con la agricultura y que no pasa nada si hay que adaptarse a los cambios en las circunstancias.

El autocuidado es importante: priorice el autocuidado para preservar su bienestar mental y emocional. Dedique tiempo a sus aficiones y a actividades que de las que disfrute al margen del trabajo en el campo. Descanse lo suficiente y lleve una dieta equilibrada. Cuidarse físicamente puede tener una gran incidencia en su resiliencia emocional.

Recuerde que la gestión de las emociones es un proceso continuo y que es perfectamente normal buscar ayuda profesional si tiene que enfrentarse a emociones persistentes o que le sobrepasan. En el trabajo agrícola, el bienestar emocional es tan importante como el bienestar físico.

Ser francos respecto a los sentimientos: desarrollar juntos la resiliencia emocional

Hablar de sus emociones como profesional de la agricultura es esencial para el bienestar mental y para recibir apoyo por parte de la comunidad. Es una manera de acabar con el estigma asociado a la salud mental y propiciar una intervención temprana para abordar el estrés y la ansiedad. Hablar con franqueza conduce, además, a resolver los problemas, a mejorar la resiliencia y a tomar decisiones relacionadas con la explotación agrícola. Compartir los sentimientos favorece el apoyo emocional, refuerza las relaciones e y tiene efectos positivos en la calidad de vida de los agricultores. Cuando toman conciencia de sus emociones, los agricultores pueden afrontar mejor las problemáticas inherentes a su profesión y disfrutar de una experiencia más saludable y satisfactoria. Puede empezar por poner en práctica estos consejos:

  • Empiece poco a poco: no tiene que compartirlo todo a la vez. Empiece por expresar lo que le preocupa de una manera que no le incomode.
  • Encuentre a alguien que le escuche y sea de su confianza: busque a alguien en quien confíe, ya sea un compañero agricultor, un amigo o un familiar. Hablar con alguien que se preocupa por usted puede ponerle las cosas más fáciles.
  • Hable en primera persona: utilice la primera persona para expresar sus emociones. Por ejemplo, diga: «Ahora mismo tengo tanto trabajo que me supera».
  • Escuche de forma activa: si alguien comparte sus sentimientos con usted, escuche con atención y sin juzgar. Ofrézcale su apoyo y actúe con empatía.
  • Busque orientación profesional: si tiene que enfrentarse a emociones que le superan, plantéese consultar con un profesional de la salud mental. Su trabajo es ayudarle.

¿Qué pasos se pueden dar respecto a esta cuestión para estar en consonancia con los «cinco caminos hacia el bienestar»?
Ejemplos sencillos de hábitos beneficiosos para los agricultores

Conectar
  • Llame hoy mismo a un amigo. No tienen por qué hablar mucho rato. Pregúntele qué tal le va. Deje que hable sobre cómo se siente y escúchele. Del mismo modo, dígale cómo le va a usted y cómo se siente.
Ser activo
  • Piense en aquellas cosas que le dan energía y le ponen de buen humor. Algo que pueda hacer hoy mismo. A veces, puede ser difícil ponernos manos a la obra. Pero no pasa nada. Acepte los sentimientos problemáticos e inténtelo de todas formas.
Prestar atención
  • Mire a su alrededor. Después, cierre los ojos. Piense en cómo se siente en este momento. Es posible que experimente varias emociones: permítase sentirlas. ¿Qué sentimientos le gustan más? ¿Cuáles no le gustan tanto? Si tiene muchos sentimientos problemáticos, recuerde que puede pedir ayuda.
Seguir aprendiendo
  • Aprenda hoy mismo palabras nuevas relacionadas con las emociones.
  • Aprenda a empezar las frases con «Me siento…».
  • Aprenda algo con lo que siempre ha soñado y que le haga sonreír.
Dar
  • Sonría hoy mismo a gente que conozca. Nuestras emociones son contagiosas.